30 nov 2009

Frases Alejandro Suarez en Gente de Internet

- En España solo el 6% quiere emprender o ser empresario frente al 38% en EEUU
- Emprender es crear y asumir riesgos, las ideas no valen para mucho
- Fracasar no es fallar, es no intentarlo.
- En España el fracaso está muy mal visto.
- Emprendedor es otra forma de decir empresario.
- Emprender en España es difícil, hay pocas ayudas de la administración y los bancos.
- El Banco Santander salió escarmentado de invertir en Internet.
- El proyecto debe ser diferenciador, innovador y que responda a las necesidades de la gente.
- La crisis no afecta mucho a internet, porque nunca ha habido ayudas, ni antes ni ahora.
- El emprendedor español debería ser más internacional, no solo España y Latinoamérica.
- La universidad en España no facilita poder emprender.
- Emprender en España es suicida, pero las satisfacciones si consigues el éxito son mayores.
- En España es muy difícil que un fondo de inversión entre en un proyecto Web por menos de 1 millón de euros y tienes que tener algo muy desarrollado para que eso pueda llevarse a cabo.
- Los freinds-Family-fools te permiten poner en marcha el proyecto y representan una mínima cantidad financiera para poder llegar al Business Angel.
- Un Business Angel sobretodo tiene capacidad de llegar a otros y de aportar cosas complementarias (no solo dinero) para abrir nuevas puertas.
- Como business Angel recomienda a Madrid+D y a BANC en Barcelona.
- Los business angels no debe tomar nunca más del 20% o 30% del negocio.
- Las ayudas públicas son generalmente para negocios tradicionales.
- Para emprender desde la administración, hay que analizar RED.ES que pronto dispondrá de unas ayudas de 50 millones de euros.
- Acceder al capital riesgo es muy complicada, solo para proyectos maduros y actualmente están desapareciendo.
- La financiación está muy complicada y hay poco apoyo.
- Emprender es actitud y aptitud, rodearte de un buen equipo, aprender a comunicar y tener algo de suerte.
- En España hay talento, pero a veces la seguridad laboral hace que ese talento se diluya entre funcionarios y asalariados
- En la crisis el reloj va más lento, la competencia está débil, hay que aprovecharlo y la audacia juega un papel vital
- En España agota conseguir financiación, hay que pensar bien si realmente la necesitamos.
- Un proyecto de innovación es interesante pero hay que buscar mercado y un modelo de negocio para encontrar un retorno de la inversión
- El primero que tiene poner pasta es el propio emprendedor, es el primero que debe arriesgar si quiere que los demás también crean en el proyecto.
- Es necesario que un proyecto tenga planificado no solo el plan sino que tenga a los programadores y SEO de calidad
- Involucrar talento y esfuerzo es más importante que la idea.
- En España tenemos mitificada la idea, pero la clave es la ejecución
- Nuevo decreto de ley para mejorar la legislación de los Bussiness Angels
- Entre los 200 y el millón e euros hoy no hay nadie
- En España hay pocos que ejecuten la idea, eso es una ventaja competitiva
hay que maxificar las ganancias
- En los nuevo proyectos se ha de integrar la interfaz social

Estamos todos juntitos en la red: ¿ Conveniencia o Necesidad ?

Un reportaje publicado hace muy escasas fechas en la edición electrónica de una revista estadounidense dirigida al sector publicitario decía que el uso de Facebook está cayendo en el país norteamericano entre los jóvenes de 18 a 24 años, que consideran que el sitio está perdiendo su atractivo al tiempo que su base de usuario se expande a otros grupo de edad. Es decir, que los anunciantes están todavía dando sus primeros y algo torpes pasos en Facebook, y el grupo que le diópreponderancia y éxito a esta red social ya la está abandonando...

No sé trata, lógicamente, de elevar la anécdota a rango de categoría, pero la noticia es un síntoma de la forma rápida e imprevisible en que las tendencias (suponiendo que lleguen a tal, las más de las veces se trata de modas o anécdotas) se mueven y se alteran en el ámbito de internet. Y en ese rápido e intenso devenir, vivimos el momento de las redes sociales, asunto al que se dedica uno de los reportajes que conforman las páginas espaciales sobre Internet que se publican en este número. El número de internautas que las usan es muy alto y muy creciente y, lo que es más relevante a los efectos que nos interesan, también las marcas están hollando cada vez más un territorio que aparece tan lleno de promesas y posibilidades como de trampas, y algunas lo han experimentado en su propia reputación al haber dado pasos en falso. De cualquier forma, no hay ahora campaña 360º que se precie de tal nombre que no tenga desarrollo en Facebook, Twitter o en más de una de ellas a la vez .

Las redes sociales (por alguna razón se ha dado así en llamar así a estos ámbitos digitales de relación, como si el entramado de relaciones humanas que existe desde el principio de la civilización no fuera eso, una gran red social) plantean a las marcas y a las empresas un doble reto: el del diálogo y el de la transparencia. Está claro que en la red (como en la vida física, valga la expresión) la gente habla a veces de marcas. Internet, eso sí, da la posibilidad a esas marcas o a las compañías que las comercializan de conocer los términos de ese diálogo y, si así lo consideran conveniente, intervenir en él y tratar de generar actitudes positivas hacía sí mismas.

La cuestión es que, si bien parece obvia para las marcas la conveniencia de conocer lo que se dice de ellas en la red, cabría preguntarse si es necesario que tomen parte en ese diálogo, sobre todo si no tienen claro qué decir o cómo gestionarlo. Las redes sociales tienen cientos de millones de usuarios y seguramente no son una simple moda, aunque es probable que evolucionen hacia nuevas y no imaginadas formas; al propio tiempo, parecen (cabe insistir, parecen) un potente medio de contacto con el consumidor, pero aún no está del todo claro cómo todo eso se transforma en beneficios de imagen , y no digamos ya en ventas. El ejercicio de estar por estar ya se ha hecho varias veces en internet desde los casi lejanos tiempos de la eclosión de las páginas web corporativas, y no es preciso repetirlo una vez más. Sobre todo, porque tampoco podemos asegurar que haya, y pensemos en nosotros mismos, muchos consumidores muy interesados en dialogar realmente con las marcas.